Y si no tienes Fe | Subida Virgen de la Sierra

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Eduardo Luna Arroyo
6 Oct, 2023

Vives de espaldas a Dios, a sus cosas, a sus lecciones de vida que siempre son pocas, a los sinsabores, a las desgracias, a las alegrías, a los amores y a la tristeza. Vives de espaldas a Dios desde siempre, pero por una extraña razón, algo ha tocado tu corazón en sempiterno ritmo cardíaco que te dice, en tu interior más profundo, que este domingo tienes que estar con Ella.

¿Pero si no crees en Dios, ni en Ella, ni en nada que tenga que ver con la religión cristiana, por qué hay algo en ti que te empuja a ir?. ¿Por qué llevas dos semanas que retumba dentro de ti un halo de impulsos que te hacen ver en tu imaginación imágenes del esfuerzo compartido en auroras eternas? Si no crees en Dios, ni crees en Ella. ¿Qué extraña sensación te sobrecoge cuando por una pequeña e inmensa apertura a la vez, ves la luz que emana de la «Casa de la Virgen» en estas semanas?.

Así pasan los días, las horas y las conversaciones

Pues así pasan los días, las horas, las conversaciones entre amigos. Tu vida en cierta medida vacía o llena de arco iris imaginarios para autoconvencerte de que todo es de color de rosa y que Dios es un invento o un mito con ciertas explicaciones, más o menos asumibles. Pero más allá de tu inviolable creencia, sientes un pellizco cuando alguien te recuerda poniéndote la mano en el hombro, que el domingo es el día y que Ella te necesita, aunque vivas alejado de toda su celestial maternidad.

Bajarás la calle del «Convento de San Martín» cuando aún la noche te haga recordar que llevas dos días de insomnio. Porque no entiendes lo que te está pasando y quieres encontrar una respuesta puramente lógica, como es tu vida, lógica y matemática. El olor a noche llena de espesas auroras, el reloj de tu padre que sonaba sin descanso a las 5 de la madrugada para anunciar que el día había llegado.

La incredulidad y a su vez, la bella alegría de una madre que con alguna ojera de más y el peso de los años y los calvarios en sus ojos, te sonríe porque sabe que algo en ti va a cambiar hoy. El sonido de la cafetera y los recuerdos de la abuela, que ya no está, pero tu la ves al fondo, en el salón, haciendote una mueca para desearte buenas nuevas y pedir para ti un corazón ardiente de emociones.

Llegarás a la Plaza Vieja, la plaza donde más bienvenidas y más despedidas se dan, aplicado a todo lo que somos y allí te encontrarás con alguien que incrédulo te preguntará ¿tú qué haces aquí?.

Fotografía de Mateo Olaya | Subida Virgen de la Sierra 2022

Fotografía de Mateo Olaya | Subida Virgen de la Sierra 2022

El momento de la duda

En ese momento, dudarás por unos segundos, pero cuando escuches el primer repique de campanas, se disiparán tus dudas como un azucarillo en el café de la memoria. Algunos buenos amigos te enseñarán fotos de viejos costaleros que ya sólo pueden acompañar a la Virgen con una lágrima y un recuerdo que en algunos casos ya ni eso existe. Te contarán las hazañas de hombres buenos a los que se le presuponía el corazón y la fuerza bruta, pero que ellos eran el corazón palpitante que la Virgen llevaba debajo hasta llegar a la Sierra, en una misión insuperable.

Subirás la cuesta Mayor y la verás frente a frente. No comprenderás nada, pero sabes que tu sitio está allí y que no hay excusas, dudas, divagaciones, dolor, sufrimiento, soledad, desengaño, tristeza, negación de un Dios que es amor, ni espejos donde ver nuestras miserias, ni caminos cortos, ni soledades impostadas, ni recovecos para esconderse de la Fe. Ni el frío o las críticas, jueces de lo moral, sólo hay un puzzle que forma un corazón indomable que convierte a todo el mundo en hermano con un único objetivo, cumplir con lo acordado.

¿Y si no tienes Fe?

¿Y si no tienes Fe? ¿Qué haces aquí? ¿Si no crees en Dios, porque buscas los ojos de la Virgen? ¿Y si no sientes dentro de ti la llama de la devoción, por qué vienes hasta aquí para llevarla a su morada? Las respuetas son silenciosas y sencillas. La Virgen sí cree en tí y por eso te ha elegido una vez más, la primera de muchas. La Virgen ha visto en ti un instrumento de su inmenso amor. Es ELLA la respuesta al frío de tu corazón. Ella te ha visto, te ha elegido y conquistará tu alma para que seas de Ella para siempre.

Las respuestas a todo lo que sucederá el domingo, están en los ojos inabarcables de la Virgen del pueblo. La Virgen de la Sierra, la Madre que siempre acoge, la Madre que siempre cuida. Y si no tienes Fe, no dudes más, el día de la mayor muestra de Fe está a punto de llegar.

Recuerda que puedes encontrar la información relativa a la Subida de la Virgen de la Sierra en la sección salidas extraordinarias.

Artículo de Eduardo Luna, Director de Radio La Manigueta. Compás de incensario.

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