Desfile de Viernes Santo

En general, los desfiles y pasacalles han llegado a nuestros días como derivación de una costumbre que existía de antaño en la cual los cofrades acudían a la casa del hermano mayor a recoger al mismo. A continuación, desfilaban hasta el templo desde el cual iban a realizar estación de penitencia. 

La persistencia de esta tradición hizo que a finales del siglo XIX y principios del XX, los músicos José López Cordón y el egabrense Francisco Moral León compusieran los célebres pasacalles «La Cruz Parroquial» y «Cofradías Egabrenses» respectivamente, que son interpretaciones de la Asociación «Banda de Música de Cabra» en este tipo de actos. E incluso la Banda de Música de Cabra interpreta estos pasacalles cuando acude a los templos desde los que va a acompañar las distintas hermandades. Estos pasacalles ya son interpretados incluso fuera de nuestra ciudad, puesto que otras bandas de música han incorporado estos pasacalles a sus repertorios. 

Los desfiles tenían lugar varios días de la Semana Santa, pero con el tiempo la mayoría fueron perdiendo vigencia, quedando finalmente como último vestigio el del Viernes Santo. Este desfile se ha convertido en una de las estampas más características de nuestra Semana Santa. De esta forma, el desfile del Viernes Santo anuncia el discurrir de las hermandades del Viernes Santo por la noche, con un cortejo de gran colorido y en el que participan capuchones, romanos, acólitos y músicos.