Historia de la Hermandad del Cristo del Socorro
Los orígenes de la historia de la Hermandad del Cristo del Socorro se remonta a la existencia de la Cofradía de Santa Lucía. La imagen de este crucificado perteneció a dicha hermandad. La Hermandad de Santa Lucía intentó procesionar la imagen en varias ocasiones, pero no lo consiguió debido a la oposición de la Hermandad de la Vera Cruz.
La Hermandad del Cristo del Silencio se configura como tal en el año 1929, por iniciativa de Don José Pastor Luque. Pero los estatutos no serían aprobados hasta el 15 de enero de 1931. La primera reorganización se llevó a cabo en el año 1931. En dicho año los hermanos decidieron su forma de procesionar, se estableció el rezo del Vía Crucis y la hora de salida, la madruga del Viernes Santo, que permitía un mayor recogimiento. La imagen del Cristo del Silencio se encuentra en una de las mejores capillas de la Iglesia de Santo Domingo, una capilla de estilo manierista.
Fue una de las primeras hermandades en conseguir tener una casa de hermandad en propiedad, el 28 de febrero de 1981 se bendicen las dependencias de la hermandad en la Calle Santa Lucía, dentro de la feligresía de su sede canónica. Esta casa sirve como punto de reunión, además de para la conservación de enseres de la misma, así como, para la celebración de programas de radio, conferencias, reuniones de la junta de gobierno, etc.
La Hermandad del Cristo del Socorro y su relación con hermandades sevillanas
Es destacable la buena relación que tiene la Hermandad con otras hermandades de Sevilla como: Hermandad de la Macarena, Hermandad del Calvario, Hermandad de Montserrat o la Hermandad del Silencio. Los hermanos de esta corporación egabrense han viajado a la ciudad hispalense para participar en diferentes eventos que han organizado las hermandades anteriormente nombradas.
En los estatutos de la hermandad está marcada la vida diaria de la misma, como: la realización de una Eucaristía mensual, la fecha de realización del quinario, el rezo de un Vía Crucis por los alrededores del Santuario de la Virgen de la Sierra, etc. La salida procesional de la Hermandad cada Viernes Santo congrega a un gran número de personas. El hábito de los nazarenos, capuchones en Cabra, es una de las cosas más destacables de su salida procesional. Los capuchones deben acudir a la Iglesia en silencio y por el camino más corto. Además, deberán llevar una cadena al pie, símbolo del pecado, al igual que la túnica debe ser de cola. Deben llevar pintada una calavera en el antifaz, zapatillas de esparto negras y con una hebilla.
Trono del Cristo del Silencio
La imagen del Cristo del Silencio es portada al estilo malagueño, es decir, por portadores con el rostro cubierto por el antifaz. El actual trono del Cristo del Socorro fue ejecutado en los talleres de Don Felipe López Muñoz de Priego de Córdoba en el año 1960. El trono o canastilla del Cristo están realizados en madera de nogal con varales del mismo material, un diseño sobrio acorde con el comportamiento de la hermandad. El trono fue sometido a restauración en el año 2023. Se sometió a votación la posibilidad de realizar un nuevo trono, pero los hermanos prefirieron restaurar el actual.
Sobre la hechura del Cristo del Socorro
Cristo del Socorro
La imagen del Cristo del Socorro se conoce popularmente como el Cristo del Silencio debido a que la hermandad procesiona en Silencio, que se rompe con el tambor rompevelos y el rezo del Vía Crucis.
La imagen es de autor desconocido, y su origen se podría situar en torno al siglo XVIII o principios del XIX. Restauraciones de la imagen han demostrado que las articulaciones superiores eran de un tejido especial que permitía la movilidad de los brazos, lo que hace suponer que la talla se utilizaba en algún tipo de representación como el traslado al Sepulcro.
El Cristo del Silencio está ejecutado en madera de pino, de tamaño menor al natural. Para su ejecución el artista realizó un gran estudio anatómico y una ejecución primorosa. La imagen se encuentra en una capilla manierista de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
