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El 25 de julio se celebra la festividad de Santiago Apóstol, una fecha de gran relevancia para numerosas cofradías y comunidades en España y en particular en Galicia. Santiago de Zebedeo. También conocido como Santiago el Mayor, no solo es el patrón de estas regiones, sino que también ocupa un lugar especial en la historia y la tradición del cristianismo de la Península Ibérica.
Santiago Apóstol: historia, orígenes y misión
Santiago, el Mayor, era hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan, otro de los apóstoles de Jesús. Nació en Betsaida, una localidad de Galilea. Antes de ser llamado por Jesús, Santiago trabajaba como pescador junto a su hermano y su padre. Jesús los llamó para que se convirtieran en «pescadores de hombres«, invitándolos a unirse a su misión de predicar el Evangelio.
Vida Apostólica
Santiago fue uno de los apóstoles más cercanos a Jesús, siendo testigo de varios eventos cruciales, como la Transfiguración en el Monte Tabor y la agonía en el Jardín de Getsemaní. Su fervor y dedicación le valieron un lugar especial entre los discípulos. Según el Evangelio de Marcos, Jesús apodó a Santiago y a su hermano Juan como «Boanerges», que significa «hijos del trueno», posiblemente en referencia a su carácter impetuoso.
Era uno de los doce apóstoles de Jesucristo, es conocido por haber desembarcado en la Bética Romana, según distintas tradiciones orales. Esta región de la antigua Hispania era una de las provincias del Imperio Romano y su llegada marcó el inicio de un largo periplo de evangelización por la Península Ibérica. Aunque las evidencias históricas que demuestran la presencia física del apóstol en esta tierra son escasas, la tradición ha mantenido viva esta narrativa a lo largo de los siglos.
El Regreso a Jerusalén y el Martirio
Tras sus andanzas por la Península, Santiago regresó a Jerusalén, donde, en el año 44, fue decapitado con una espada por orden del Rey Herodes Agripa. Este acto de martirio no significó el final de su historia. Según la tradición, sus discípulos recogieron su cuerpo y lo embarcaron con destino a la Hispania Romana. La leyenda cuenta que la nave llegó a la costa gallega, donde los restos del apóstol fueron trasladados al lugar donde hoy se erige la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela.
Santiago Apóstol, Iglesia de la Asunción y Ángeles de Cabra
El Descubrimiento de su Sepulcro de Santiago Apóstol
El sepulcro de Santiago permaneció oculto hasta el siglo IX. Según la leyenda, un ermitaño llamado Pelayo tuvo una visión en la que vio una estrella que señalaba el lugar donde estaban enterrados los restos del apóstol. Este descubrimiento, conocido como el «descubrimiento del sepulcro«, fue comunicado al obispo Teodomiro de Iria Flavia, quien confirmó la autenticidad de los restos. El rey Alfonso II de Asturias mandó construir una iglesia en el lugar, que con el tiempo se convirtió en la famosa catedral de Santiago de Compostela.
La Tradición y el Culto a Santiago
Aunque faltan pruebas históricas contundentes que confirmen estos eventos, la figura de Santiago ha quedado profundamente enraizada en la tradición ibérica. Sánchez Albornoz, en su obra «En los albores del culto jacobeo», reconoce que la presencia de Santiago en España se basa más en la tradición y la fe que en evidencias históricas documentadas. A pesar de los esfuerzos de la erudición por esclarecer estos hechos, la devoción popular ha prevalecido, consolidando a Santiago como un símbolo espiritual y cultural.
Santiago Apóstol, Patrón de España
En 1630, el Papa Urbano VIII decretó oficialmente que Santiago el Mayor sería considerado el único y solo Patrón de España. Este reconocimiento formal consolidó aún más la importancia del apóstol en la identidad religiosa y nacional de España. Francisco de Quevedo, en su estilo característico, expresó: «Dios hizo a Santiago, Patrón de España, que no existía entonces, para que cuando llegue el día pudiera interceder por ella y volverla otra vez a la vida con su doctrina y con su espada».
Santiago y la Tradición Militar
La figura de Santiago también ha tenido una significativa influencia en la tradición militar española. El grito de guerra «¡Santiago y cierra España!», ha sido utilizado por los soldados desde la Reconquista. Este grito servía para invocar al apóstol antes de una carga ofensiva, con la creencia de que Santiago aparecería para combatir junto a los cristianos, como se relata en la leyenda de la Batalla de Clavijo. La frase no solo invocaba al santo, sino que también incluía la orden militar «cierra», que en el contexto bélico significa trabar combate, embestir o acometer.
El 25 de julio no solo celebra la vida y obra de uno de los principales apóstoles de Jesucristo, sino que también refuerza la identidad cultural y religiosa de Galicia y España. A través de la tradición, el martirio y el culto, Santiago el Mayor ha dejado una huella imborrable en la historia, convirtiéndose en un símbolo de fe, protección y valentía para generaciones de creyentes y soldados españoles.
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