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El refrán «acabar como el Rosario de la Aurora» es una expresión coloquial española que se utiliza para describir una situación que termina de manera desastrosa, con altercados y caos. En este artículo exploraremos el origen y el significado de esta popular frase española, remontándose a las tradiciones religiosas y culturales de España.
Origen del rezo de la Aurora
El rezo del Rosario de la Aurora tiene su origen en las devociones marianas de la Edad Media, especialmente promovidas por la Orden de los Dominicos. Surgió como una práctica piadosa en la que los fieles se reunían antes del amanecer para recitar el rosario y cantar alabanzas a la Virgen María. Esta tradición se consolidó durante el siglo XVIII en España, donde las procesiones matutinas del Rosario de la Aurora se hicieron populares en muchas localidades. Destacándose por su solemnidad y fervor religioso, y se realizaban en honor a la Virgen del Rosario, buscando su protección y bendiciones.
Actualmente, en nuestra ciudad pocas son las hermandades que mantienen la tradición del Rosario de la Aurora. De entre todas destacada la Hermandad de la Oración en el Huerto, que el último fin de semana del mes de octubre reza el Rosario de la Aurora por las calles de Cabra, en la mañana del domingo. Rosario que dedican su titular mariana cuya advocación es de la Aurora, una alusión a sus orígenes. Un rosario en el que se compagina el rezo del Rosario con los cánticos de los Hermanos de la Aurora de la propia hermandad y de otros hermanos de la Aurora de localidades vecinas que son invitados para este evento. En diversas ocasiones otras hermandades han realizado Rosario de la Aurora, pero no como la tradición que mantienen los hermanos de la Oración en el Huerto.
Origen del refrán «Acabar como el Rosario de la Aurora»
La expresión «acabar como el rosario de la aurora» proviene de un acontecimiento histórico ocurrido en Málaga, en el siglo XVIII, durante una procesión del Rosario de la Aurora. Si bien es cierto que el origen puede ser algo confuso y otros historiadores lo atribuyen a otra localidad.
En aquel entonces, era común que los devotos se reunieran a primeras horas del día, antes del amanecer, para rezar el rosario en procesión. Estas procesiones matutinas eran parte de una devoción particular a la Virgen del Rosario, una práctica que tenía lugar en muchas localidades de España.
El Rosario de la Aurora en Málaga
El Rosario de la Aurora se caracterizaba por su solemnidad y por ser una manifestación de fervor religioso a la Virgen María. Sin embargo, en una ocasión específica, la procesión de Málaga terminó de manera desastrosa. La procesión comenzó tranquilamente, con los participantes rezando y cantando, pero a medida que avanzaban las horas y la multitud crecía, surgieron tensiones. Estas tensiones no eran infrecuentes, ya que a veces se mezclaban con problemas sociales y disputas locales.
Su historia sucedió el 28 de julio de 1780, a las 9 y diez de la noche, al llegar a las esquinas de la encrucijada de la calle Alba, Cañamero, Torrejón y Nueva. En este punto, se encontraron los Rosarios de la Aurora y de las Mercedes, y comenzaros las disputas, injuriándose los asistentes entre ellos. Esto formó un gran escándalo y alboroto de tal gravedad que “”pudieron producir un motín o sublevación“”. De ahí salió el refrán tan típico “Vamos a acabar como en el Rosario de la Aurora”.
La pelea fue tan violenta que la procesión, en lugar de seguir su curso solemne, se transformó en un tumulto. Los devotos, que inicialmente estaban allí para rezar y venerar a la Virgen del Rosario, se vieron involucrados en la trifulca o tuvieron que huir para evitar ser lastimados. El caos fue tal que la Guardia Civil tuvo que intervenir para restaurar el orden. El evento religioso, que debía ser un acto de devoción y paz, terminó en desastre.
Un Desenlace Desastroso
Como os hemos comentado al principio del texto, el origen del refrán «Acabar como el Rosario de la Aurora» es algo impreciso, puesto que antiguamente no se documentaban los hechos como hoy en día. En el siglo XIX hubo un movimiento anticlerical muy importante. Tal era la magnitud del movimiento que cuando los católicos salían a la calle a rezar, ya fuera en procesión o a rezar el Rosario, se producían altercados.
Algunos historiadores ubican el origen de este refrán en la ciudad de Valencia. Otros historiadores lo ubican en Madrid, cuando tras una procesión de Semana Santa se produjo una revuelta cuando dos hermandades llegaron a una calle estrecha y comenzaron las disputas por cuál debía pasar primero. La pelea llegó a tal nivel que los hermanos de ambas cofradías terminaron a farolazos entre ellos. De hecho, hay una leyenda que cuenta que por ello se procesiona el libro de reglas en las procesiones, porque en caso de disputa se puede consultar este para resolver estos problemas.
Acabar como el Rosario de Espera
Otros historiadores ubican su origen en el pueblo de Espera, de Cádiz, donde también pudo ocurrir un rosario que acabara con consecuencias terribles. En este caso, la historia se remonta al 20 de marzo de 1845, cuando un buey se escapó, arremetiendo este contra los asistentes. El buey llegó a embestir al presbítero de la localidad, el cual perdió la vida debido a las contusiones recibidas por el animal. Por ello, otra de las variaciones del refrán es: «Acabar como el Rosario de Espera».
En la localidad de Cádiz encontramos otro posible origen a este refrán. Una de las historias cuenta que todo se pudo deber a que un vecino, molesto por los cánticos y los rezos de la madrugada, tirara macetas contra los asistentes. Una de las historias más divertidas vuelve a ocurrir en Cádiz. La historia cuenta que un monaguillo se tiró un pedo y el cura molesto le pegó una patada a este. El monaguillo enfadado cogió su cirial y le pegó al cura en la cara, derivando la pelea en el resto de asistentes.
Otros sitúan el origen en el año 1749, cuando las hermandades de la Vera Cruz y la de Ánimas se encontraron y acabaron en disputa, esto ocurrió durante el sepelio de un hermano de una de las cofradías. Otra de las historias se vuelve a remontar a la ciudad de Cádiz, en una trifulca entre liberales y católicos.
El Rosario de la Aurora y la localidad cordobesa de Priego de Córdoba
En la vecina localidad cordobesa de Priego de Córdoba podemos encontrar otro posible origen de esta famosa frase. El 28 de julio de 1780, a las 9:10 de la noche, en la intersección de las calles Alba, Cañamero, Torrejón y Nueva, se encontraron los Rosarios de la Aurora y de las Mercedes. Los asistentes se insultaron mutuamente, causando un escándalo y alboroto de tal magnitud que «pudieron producir un motín o sublevación»… De ahí proviene el famoso refrán: «VAMOS A ACABAR COMO EN EL ROSARIO DE LA AURORA».
Origen confuso del refrán «Acabar como el Rosario de la Aurora»
Lo que sí que está claro es que los hechos se remiten a un Rosario de la Aurora en el que hubo altercados. No se puede precisar ni una fecha exacta, ni tampoco la ubicación del mismo. Debemos recordar que por aquellos años las calles cuando caía la noche y durante la madrugada eran lugares inseguros.
Nos atreveríamos a decir que diversos incidentes como estos dieron lugar a este multi conocido refrán. La frase «acabar como el rosario de la aurora» se extendió por todo el país, utilizándose para describir cualquier situación que, en lugar de concluir de manera ordenada y pacífica, termina en confusión, desorden y enfrentamientos. Esta expresión encapsula no solo el recuerdo de un evento específico, sino también la advertencia sobre cómo las cosas pueden salirse de control cuando no se gestionan adecuadamente las tensiones y rivalidades.
Uso Actual del Refrán
Hoy en día, el refrán sigue vigente y se emplea en contextos muy diversos, ya sea en la política, en el trabajo o en la vida cotidiana. Cada vez que una situación que prometía ser pacífica y ordenada termina de manera desastrosa, se dice que ha «acabado como el rosario de la aurora». Es un recordatorio del poder del lenguaje para capturar y transmitir historias y lecciones del pasado, manteniéndolas vivas en la memoria colectiva.
Este artículo sobre el refrán «acabar como el rosario de la aurora» no solo ofrece una mirada profunda a su origen y significado, sino que también resalta la importancia de la historia y la cultura en la formación del lenguaje coloquial español.